sábado, 6 de marzo de 2010

MUNICIPIO Y ESTADO

                                                
                                                          (Actualidad en el Perú)                                                  
                                                                                                                           Por: Germán Vilcarino Z.
      La lucha por el nuevo municipio es el
      por  dónde empezar  de la lucha por el
      cambio social, por el Perú  de pie, por
      el Perú nuevo en el mundo nuevo

      INTRODUCCIÓN
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                       Todo Estado expresa el dominio de un determinado tipo de propiedad, el dominio de una propiedad eminente. Este Estado es a su vez una dictadura, un dominio de clase que, a través de las diversas formas de gobierno, expresa una forma de democracia. En tal sentido, el Perú es un Estado con una democracia a la vez. Decir que en nuestra sociedad actual no existe democracia, es ignorar la teoría del Estado y el derecho en su esencia. Este es el punto de partida de una teoría coherente y sistemática acerca del Estado. 
          Históricamente, nuestro país tuvo una experiencia transicional del Estado, vivida en el Tawantinsuyu, tránsito de evolución de una sociedad sin clases, hacia una sociedad de clases. Esta sociedad tuvo como célula económica y eje de su desarrollo integral: El Ayllu. 
          Al desarrollarse la producción por el propio impulso y desarrollo de las fuerzas productivas, un Ayllu de vanguardia –una comunidad superior sobre los demás- da origen al surgimiento del Estado, encarnando una propiedad eminente, y asumiendo la dirección y el desarrollo de la producción. Fue esta forma de organización comunal, la gran maquinaria que impulso al Tawantinsuyu, convirtiéndose ésta en una de las sociedades más desarrolladas de todo el hemisferio sur. 
         La conquista escindió nuestra historia, fue una atroz carnicería, que destruyó esta forma de organización de la producción y el desarrollo autóctonos que brotaban de nuestros propios cimientos, que en su momento coincidían con el desarrollo de las fuerzas productoras. Con la colonia se acentúa y se institucionaliza una forma de organización, ajena y extraña a la psicología y forma de vida de los hombres del Tawantinsuyu. Pero, en 1821 el pueblo peruano, reunido en cabildo abierto, rompe las cadenas de dominación, opresión y explotación colonial, logra su emancipación nacional y se constituye formalmente en Estado. Hoy, este viejo Estado, con más de siglo y medio de gestión, viene dando un impulso vital a la organización municipal, tanto así que en los últimos años éstas vienen cumpliendo un rol cada vez más protagónico en la escena política nacional (claro está, enmarcado dentro del Estado actual) que, canalizando y encaminando sus reivindicaciones en una dirección correcta, deberán inevitablemente de constituirse en la clave tanto para la liberación de nuestras fuerzas productivas, como para el desarrollo de las mismas, convertidas éstas en las nuevas células económicas de la avizorada sociedad. 
        En el tránsito de la sociedad de clases a la sociedad sin clases, ni el Estado ni las clases pueden ser abolidas por decreto alguno. En el proceso de cambio un poder es reemplazado por otro poder, un Estado por otro Estado, una clase por otra clase. Por eso la crítica profunda parte del análisis y cuestionamiento de este Estado y sus relaciones. 
        Una generación que ingresó a la escena política a comienzos de siglo, inauguró este estilo y método de análisis y cuestionamiento a fondo de las estructuras económicas y sociales, señalando que, “no existe ya en primer plano un problema de forma de gobierno. Vivimos una época en que la economía domina y absorbe la política de un modo demasiado evidente. En todo los pueblos del mundo, no se discute y revisa ya simplemente el mecanismo de la administración sino, capitalmente las bases económicas del Estado” (7 Ensayos, pag. 214).  Por tanto, conocido el rol de la organización comunal de nuestros ancestros, comprendida en su esencia la teoría del Estado, y orientando debidamente las luchas municipales actuales, necesaria e inevitablemente el Ayllu en tanto municipio, comenzará a recuperar gradualmente su rol primigenio, hasta convertirse en la célula económica de la nueva sociedad, muy distante y muy distinto a utopías restauracionistas e indigenistas. 
         En el contexto actual “el problema de nuestro tiempo no está en saber cómo ha sido el Perú..Está más bien, en saber cómo es el Perú. El pasado nos interesa en la medida en que puede servirnos para explicarnos el presente. Las generaciones constructivas sienten el pasado como una raíz, como una causa, jamás lo sienten como un programa” (7 Ensayos pag. 335) De esta manera el pasado sirve al presente y este al porvenir. Pero, para la realización de esta enorme ambición, el pueblo peruano tiene que reivindicar ante todo su libertad política en los hechos; de lo contrario se verá imposibilitado en su afán de lograr la liberación de las fuerzas productivas y el Resurgimiento del Perú. Y, si el trabajo hizo al hombre, es entonces  el primer derecho a reivindicar, para de esta manera llegar a la organización municipal. Porque la lucha por el nuevo municipio es el  por dónde empezar  de la lucha por el cambio social, por el Perú de pié, por el Perú muevo en el mundo nuevo 
       En el Estado actual, todo los gobiernos municipales (de partidos tradicionales y grupos independientes) han preservado y defendido al viejo municipio, cual parasitaria y burocrática institución recaudadora de impuestos. 
       Un nuevo municipio tiene que ser una corporación de trabajo, legislativa y ejecutiva a la vez, tiene que planificar su economía, asumiendo funciones de producción, administración y gobierno. En síntesis, tiene que ser la célula económica de la nueva sociedad. 
        Todo debate municipal o regional, que no exprese en su contenido reivindicaciones netamente económicos y sociales, y no tenga como objetivo la emancipación política del pueblo trabajador, no merece ya ni siquiera ser discutida. 
        Una propuesta para la convocatoria y formación de grupos de trabajo puede ser lo siguiente.
  
                                   POR  DONDE  EMPEZAR
                                                  
                   
TEMARIO:
                
1.-  LOS MUNICIPIOS Y EL ESTADO EN EL PERÚ.
      Análisis (Libertad Política)
2.-  LOS MUNICIPIOS Y LAS REIVINDICACIONES INMEDIATAS.
       Derechos Básicos (El trabajo, primer derecho a reivindicar)
3.-   LOS MUNICIPIOS Y EL RESURGIMIENTO DEL PERÚ.
       Organización Municipal  (Frente Unido) 
     “EL PUEBLO TRABAJADOR TIENE QUE DIRIGIR LA PRODUCCIÓN”                                                                                          
NOTA: Publicado en Agosto de 1996 en fotocopia, y en la Revista POLÉMICA, de marzo-mayo del año 2002.
Reenviado revisado y corregido el 06 de febrero de 2009.

No hay comentarios:

Publicar un comentario